jueves, 8 de octubre de 2015

REPORTAJE

Cultura local sin tortura animal 


Con motivo de la celebración del Día Internacional de los Animales este 4 de Octubre, hemos querido dedicarles un pequeño espacio y así, poder recordarnos a nosotros mismos la importancia y valores que transmiten para todos nosotros más allá de ideologías o cuestiones políticas o morales. El daño a los animales en el transcurso de fiestas y verbenas populares es algo recurrente en España, ya sea por diversión o por pura tradición. Desde Igualdad Animal denuncian la existencia de aproximadamente 16.000 festejos al año en la que los animales son los protagonistas, lo que finalmente da como resultado la desaparición de 10.000 ejemplares en todo el país. Sin duda, son datos escandalosos de los que muchas organizaciones, asociaciones e incluso partidos políticos, se hacen eco para denunciar y poner fin a este tipo de eventos. 


Una llamada al respeto del animal que no cae en saco roto, pues la constante batalla que mantienen varios sectores de la sociedad está logrando hechos tan importantes y significativos como la absoluta prohibición e incluso la retirada de subvenciones para este tipo de espectáculos, en algunas localidades de la península. Muestra de ello, es el caso del municipio andaluz de Andújar, en la provincia de Jaén, donde sus más de 38.000 vecinos abogaron, el pasado mes de septiembre, por la implantación de un tobogán deslizador en su primer día oficial de Feria 2015, en sustitución a la tradicional corrida de toros. Los sanfermines de la pedanía de La Mata en la región de Alicante, son otro ejemplo de jornadas lúdicas libres de maltrato animal. En este peculiar festejo, que se llevó a cabo el pasado 27 de septiembre, tanto grandes como pequeños, recorrían las calles de la localidad sorteando a seis toros nada convencionales, ya que estaban fabricados en plástico y eran hinchables, como si de globos gigantes se tratase. Exentas de violencia, sangre y crueldad estas fiestas llenaron de alegría los rincones del pueblo.

Otro caso similar de diversión y entretenimiento sin la presencia de bóvidos, lo encontramos en el municipio madrileño de Mataelpino, donde desde 2009 celebran el llamado “bolo encierro”. Así, en lugar de oficiar encierros con astados, como venía siendo algo clásico y habitual en la localidad, en la actualidad los participantes corren delante de bolas gigantes de más de tres metros de diámetro y otras de menor tamaño destinadas para los corredores más pequeños, que los persigue cuesta abajo por todo el pueblo. El lanzamiento de una cabra del campanario por los quintos durante las fiestas patronales en honor a San Vicente en la localidad zamorana de Manganeses de la Polvorosa fue prohibido por ley en el año 2002, aunque ese mismo año el pueblo hizo caso omiso a la prohibición y fueron lanzadas dos cabras. A día de hoy se sigue practicando este espectáculo, pero afortunadamente la cabra que arrojan desde la iglesia está hecha con cartón y piedra. Esto son ejemplos optimistas de la ardua labor que se viene realizando en España, donde tanto defensores como detractores de estas prácticas se han enfrentado desde tiempos pretéritos. 

                                                 Boloencierro en las fiestas de Mataelpino 2015 

Si bien es cierto, aún en la actualidad seguimos muchos otros casos en los que la anulación del espectáculo no ha gustado a todos, y se siguen practicando estos espectáculos, como es el caso del municipio jienense de Cazalilla, donde es una tradición desde el siglo XIX arrojar una pava desde el campanario, con la creencia de que para el vecino que logre atraparla aumentará su buena suerte. Se celebra a principios del mes de febrero coincidiendo con la festividad de San Blas, pero a pesar de estar sancionada durante años por la Junta de Andalucía por incumplir la Ley de Protección Animal, los vecinos niegan que el animal sufra algún daño y se enfrentan cada año a animalistas de poblaciones cercanas que se desplazan hasta allí con la intención y la clara esperanza de poder poner un alto a dicho acto. Es por ello, que los activistas a menudo se enfrentan a situaciones críticas, donde son agredidos e increpados cuando intentan detener estos festejos. Ejemplo de ello, fue la reyerta sucedida en el año 2010 en la localidad guadalajareña de Sacedón, donde varios animalistas fueron víctimas de brutales agresiones en el encierro por el campo, hecho que conllevó que finalmente fuera suprimido el siguiente año.

Cada vez son más los casos de municipios españoles que están abandonando las actividades relacionadas con la tauromaquia, prohibiendo la celebración de corridas de toros, suelta de vaquillas, etc., gracias en su mayoría a la presión social y mediática o de colectivos y partidos animalistas, como es el caso de PACMA, cuyo claro objetivo es repensar nuestra cultura hacia la conciencia de los derechos de los animales para producir un cambio de paradigma entre una sociedad rural y la sociedad urbana. Todo ello salpicado por la polémica, pues hay quienes han puesto el grito en el cielo, y otros tantos que celebran decisiones políticas como estas. Javier Labajo, coordinador provincial de PACMA Ciudad Real, pone de manifiesto que “el sufrimiento y daño que se le produce al animal es irreversible, al contrario de lo que mucha gente piensa”. Su labor se centra en intentar abolir aquellas festividades en las que el animal salga afectado aunque como reconoce “somos un partido pequeño y no podemos estar en todos los lugares, pero dentro de lo que podemos y en la medida de lo posible estamos presentes”. Javier Labajo, coordinador provincial de PACMA Ciudad Real El Ayuntamiento de la localidad toledana de Villafranca de los Caballeros, llega aún más lejos, pues no sólo no financiará este año el espectáculo taurino, sino que decide destinar este dinero a subvencionar el material escolar. Una iniciativa diferente, con la que Labajo se siente más que satisfecho ya que “es algo lógico y normal en pleno siglo XXI darle prioridad a la educación antes que a un festejo en el que se está lastimando al animal”. El coordinador provincial, menciona el hecho de que desde el partido animalista han conseguido el apoyo de más de 90.000 personas en su tercer año de manifestación en contra del polémico Toro de la Vega “un hecho insólito, dentro de un proceso lento, que demuestra que la sociedad está cambiando”. El propio coordinador ha puesto en conocimiento que en agosto de este mismo año, el propio partido ha logrado materializar la sanción contra el ayuntamiento de Coria (Cáceres) por el disparo al toro “Guapetón” durante el transcurso de las fiestas de San Juan, y siguiendo esta misma línea en el municipio alicantino, El Moralet, PACMA ha conseguido la total suspensión de la suelta de vaquillas durante sus fiestas patronales.

Por su parte, la responsable de la Asociación Protectora de Animales de Cuenca Bonamiko, Ángela de la Vega, afirma que municipios de la Comunidad Valenciana como Gandía, Paiporta o Algemesí han eliminado este año de sus respectivos programas de festejos, aquellos actos en los que se incite a la violencia y/o tortura de cualquier tipo de animal. Además, de la Vega da a conocer que los vecinos de la localidad valenciana de Xátiva comienzan a valorar la idea de un referéndum para suprimir los festejos taurómacos. Sin duda, dentro del marco de la tolerancia y respeto al animal, se están logrando objetivos a corto y largo plazo. Son numerosas las ciudades que, como en Barcelona, llevan años sin celebrarse actividades de este tipo. Otro de los modelos por antonomasia es la campaña “Mallorca Sense Sang”, impulsada por AnimaNaturalis y CAS Internacional (Comité Antitaurino) cuya iniciativa hizo posible que tras las elecciones locales de mayo de este mismo año se declaró oficialmente a Palma de Mallorca “ciudad antitaurina”. Pero el esfuerzo no acaba ahí, pues hace una semana, en esta misma ciudad, se produjo un hecho histórico en nuestro país, ya que un habitante había sido penado a ocho meses de cárcel por golpear brutalmente a su caballo Sorky hasta el punto de producirle la muerte en la cuadra del hipódromo, tras haber perdido una competición. Se convertiría así, en la primera persona que podría ingresar en prisión al ser condenada por maltrato animal, así lo decretó la magistrada María Jesús Campos de los juzgados de Palma.

La visión protaurina 

También esa misma semana, Manuela Carmena alcaldesa de Madrid anunciaba la supresión de las subvenciones a escuelas taurinas por parte del Ayuntamiento de la capital. Opiniones encontradas traducen la decisión de la alcaldesa, pues la sentencia ha sido alabada por el colectivo defensor pero a su vez ha recibido un aluvión de críticas por parte del mundo del toreo. Diestros de gran renombre y calado nacional e internacional como Morante de la Puebla, “El Juli”, Alejandro Talavante o Diego Urdiales, han alzado la voz para mostrar su oposición a los constantes ataques hacia la fiesta nacional. El modo de hacerlo ha sido a través de una original campaña publicitaria en la que se muestran semidesnudos para reivindicar los valores de la tauromaquia. La novedosa maniobra, en la que los matadores evocan e imitan a grandes personalidades de la cultura como El Greco o Salvador Dalí, estará presente en capitales como Madrid, Barcelona, Huesca, Tarragona y Zaragoza.

La Solanera es una peña local de La Solana, en la región de Ciudad Real, que nació hace 28 años y que desde sus inicios lleva a cabo la total difusión del toreo realizando varios viajes por las diversas plazas de toda la geografía española. La actividad de este grupo está avalada por la medalla de bronce de la Real Federación Taurina de España. El secretario de este grupo taurino, que cuenta en la actualidad con un total de 164 socios y 10 juveniles, Ángel Naranjo, defiende su postura ante el debate de las corridas “para mí la tauromaquia es un arte”. Naranjo, quien dice tener en cuenta el daño que se le produce al animal, advierte que “hay mucha gente que en la actualidad vive de esto, pues son muchos los puestos de trabajo que este mundo proporciona”.


Como hemos podido comprobar son multitud los ejemplos optimistas de la ardua labor que se viene realizando en España, donde tanto defensores como detractores de estas prácticas se han enfrentado desde tiempos pretéritos. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para reconocer con totalidad los derechos de los animales tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, y poder demostrar que la diversión popular puede equilibrarse con la tradición y alejarse del daño animal.


 Reportaje realizado por: Lidia Rodríguez Ramírez y Rosa María Salcedo López-Alcorocho

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