martes, 27 de mayo de 2014

Opinión

Elecciones europeas, ¿el principio del cambio?

Las Elecciones Europeas del pasado 25 de mayo, han tenido unos resultados que no han dejado indiferente a nadie, especialmente en nuestro país, pese a que estas elecciones despiertan poco interés entre los españoles que están más preocupados por la situación política y financiera de España que por temas relacionados con la Unión Europea y el Parlamento. Lo que está claro es que han hecho temblar a los dos grandes reinventando el reparto tradicional de poder en España. pues a pesar de la victoria del PP y Miguel Arias Cañete, el bipartidismo ha entrado en quiebra y ha tenido los peores resultados de su historia, pues han pasado de aglutinar el 80% de los votos en las elecciones de 2009 al 49% en estas elecciones;han perdido alrededor de unos 5 millones de votos entre populares y socialistas. Lo que supone una gran caída en el número de escaños para los dos grandes partidos.
El Partido Popular pierde 2,6 millones de votos y cae de 24 a 16 escaños, al obtener el 26,04% de las papeletas. Por su parte, Elena Valenciano y el PSOE quedan en su ya “acostumbrado” segundo puesto y pierden más de 2,5 millones de votos,obteniendo 14 eurodiputados, frente a los 23 que lograron en 2009.Podría decirse que los verdaderos vencedores han resultado los partidos minoritarios pues han aumentado notablemente su número de diputados y simbólicamente la izquierda ha salido ganadora en su objetivo de derrotar al bipartidismo español.A pesar de sus “malos resultados”, PP y PSOE se mostraron optimistas con respecto a la participación que no se hundió, como se temía, y osciló en cifras muy similares a las de 2009, en torno al 45’58%, aunque el número de absentismo continua siendo muy superior.

Cabe destacar a Podemos, el partido de reciente creación que lidera el tertuliano televisivo, Pablo Iglesias, seguido por otro rostro ya conocido como es el de Juan Carlos Monedero, y que con menos de 4 meses de vida ha logrado 5 escaños, irrumpiendo en la vida política del país y posicionándose así como la 4 fuerza más votada por los españoles para el Parlamento Europeo con el 7’94% de los votos, por detrás de la coalición de IU. Resultados inesperados para este joven y humilde partido emergente, que deriva de los movimientos de los “indignados” del 15M y queformará parte del grupo parlamentario de la Izquierda Unitaria Europea (GUE) al que ya pertenece IU y que encabeza el griego Alexis Tsipras.El fenómeno de Podemos que ha llegado pisando fuerte con un presupuesto reducido, en comparación con las grandes fuerzas políticas, y un plan de campaña basado en la difusión por redes sociales y el boca a boca, quiere intentarlo también en las próximas Elecciones Generales y no descansará hasta reunir a las fuerzas de izquierdas españolas contra el sistema financiero y político actual europeo.Pablo Iglesias, que tiene tantos seguidores como opositores, ha asegurado que una de las principales medidas que tomará a su llegada a Estrasburgo será la rebaja de su sueldo como eurodiputados, de 8000 euros a 1930 euros, en forma de protesta ante los altos salarios de la Eurocámara, que yo misma traté en el foro de la asignatura.

Los buenos datos también han legado para Izquierda Unida y UPYD que han visto incrementados su número de diputados con respecto a años anteriores, con 6 y 4 escaños respectivamente, lo que supone un aliento esperanzador para los partidos minoritarios españoles. Izquierda Plural vuelve a quedarse con el tercer puesto, no obstante consigue un millón de nuevos votos rozando el 10% de votos y triplica su número de diputados en Estrasburgo. Por su parte, UPYD, el partido de Rosa Díez, suma 500.000 votos más que en las elecciones de 2009, sumándose poco a poco al posible cambio de nuestro país. De producirse una posible coalición entre IU y Podemos, el bipartidismo podría verse acorralado, la izquierda española avanzaría con fuerza y podría “comerse” a un PSOE muy debilitado y frágil. Con la marcha de Rubalcaba en julio se abre una nueva etapa para los socialistas que elegirán a su nuevo Secretario general y posteriormente al candidato a la presidencia del Gobierno. ¿Y el resto de partidos? Aunque muy por debajo de los grandes, los pequeños partidos también están presentes entre las preferencias de parte de los españoles. Coalición por Europa (CiU, PNV y CC) pasa de 2 a 3 escaños con el 5,44% de los votos y ERC logra 2 diputados con un 4,03% de los votantes, logrando ser la primera fuerza en la ciudad condal. Ciudadanos, liderado por Albert Rivera y cuya lista europea estaba encabezada por Javier Nart, entra al igual que Podemos como “novatos” en la Eurocámara con 2 diputados y casi 500.000 votos, concentrando la gran parte de su poder en Cataluña. A su vez, Los Pueblos Deciden (coalición de Bildu y BNG) logra un escaño y Primavera Europea (compuesta por Equo, Compromís y CHA) entra con otro escaño en el Parlamento.

 ¿Qué está pasando en Europa?
Pese a la fragmentación del voto, ningún partido euroescéptico y ni xenófobo ha logrado un resultado importante en nuestro país, al contrario que en otros grandes países europeos donde la extrema derecha se sale con la suya, como es el caso de Francia, donde el Frente Nacional de Marine Le Pen ha salido victorioso con el 26% de los votos.En Inglaterra, el Partido Independentista Británico, UKIP, de discurso antieuropeo gana con el 30% de los votos y deja en mala situación a los tres grandes partidos británicos. En Grecia ganó la izquierda radical de Syriza, partido liderado por Alexis Tsipras, pero paradójicamente los neonazis son la tercera fuerza del país, con casi el 10% de los votos griegos. En Dinamarca también gana la ultraderecha xenófoba. En Austria la extrema derecha es tercera fuerza y se hace con el 25% de los escaños, y en Alemania los conservadores deMerkel salen debilitados pero ganan por escaso margen y los neonazis alemanes consiguen un escaño. Ante estos resultados cabe preguntarnos cómo será ahora la vida del Parlamento con tanta variedad ideológica y de ideas tan contrarias. Pues en mi opinión, más que un avance, el hecho aterrador de que la ultra derecha se posicione fuertemente en el Parlamento supone un gran retroceso. En pleno siglo XXI y tras las malas experiencias europeas con los fascismos y regímenes autoritarios, es retrogrado y denigrante que personajes con una mentalidad tan cerrada puedan subir al poder.